España suscrÃbete HHOLA Iniciar sesión España España AndalucÃa Cataluña Comunidad Valenciana Galicia Madrid PaÃs Vasco Últimas noticias pp El nuevo barón gallego del PP domina los resortes de la Administración, pero su tirón electoral es una incógnita
Alfonso Rueda es aplaudido por Feijóo el pasado jueves tras su investidura en el Parlamento gallego.ÓSCAR CORRAL (EL PAÃS) Sonia Vizoso Santiago - 14 may 2022 - 03:00UTC
El Partido Popular ya tiene en Galicia nuevo barón.
Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 53 años) tomará posesión este sábado como sexto presidente de la Xunta y en una semana será proclamado oficialmente lÃder de los populares en un territorio esencial para el partido.
Galicia, cuna del fundador Manuel Fraga, es un fortÃn en el que los conservadores han resistido los últimos 13 años con mayorÃa absoluta, capeando crisis varias, la Gürtel o los mordiscos de Ciudadanos primero y la extrema derecha después.
Rueda, funcionario municipal y alto cargo de la Administración autonómica desde tiempos de Fraga, ha permanecido a la vera de Feijóo durante más de 16 años, tanto en el Gobierno como en el partido.
Todo ello sin dejar de ser un desconocido incluso entre muchos gallegos.
Rueda lleva en polÃtica desde muy joven.
Empezó poniendo sillas en los mÃtines y llegó a presidente de Nuevas Generaciones en Pontevedra.
Tras licenciarse en Derecho, ser comercial de banca y opositar, ejerció de funcionario local y luego de secretario municipal, actualmente en servicios especiales y con plaza en el Ayuntamiento de MarÃn (Pontevedra). Se convirtió en la mano derecha de Feijóo en 2006 gracias a un veterano polÃtico que se fijó en él: Xesús Palmou, exconsejero de la Xunta con Fraga y exsecretario general de los populares gallegos.
Rueda fue su jefe de gabinete y su director general de Administración Local entre 2000 y 2005.
Y fue Palmou quien dio su nombre a Feijóo cuando el sucesor de Fraga y ahora lÃder del PP buscaba un secretario genera l para el partido.
Palmou destaca de él su “extraordinaria preparación†en los resortes de la Administración, su “dedicación†y su “responsabilidadâ€. Todos los consultados que han trabajado con Rueda subrayan que se mueve como nadie por los vericuetos de la burocracia.
“Tiene un perfil muy técnico, no es populistaâ€, afirma el escritor y analista polÃtico Rodrigo Cota.
Pontevedrés como Rueda, Cota conoce al nuevo presidente gallego desde hace muchos años.
Asegura que es “incluso más discreto†que su antecesor y, “al igual que Feijóo, no está muy condicionado por la ideologÃaâ€: “Es más bien práctico; sabe lo que funciona y lo que no funcionaâ€.
Cuando unió su destino al de Feijóo, Rueda se encargó de los asuntos incómodos, los que entrañan mayor riesgo para la imagen de un polÃtico, tanto hacia los suyos como hacia sus adversarios.
Él fue quien puso voz y cara a la agresiva campaña con la que el ahora el lÃder nacional del PP reconquistó la Xunta en 2009.
Con la crisis económica ahogando a los gallegos, Rueda bautizó como “sultán de Monte PÃo†al austero profesor de EconomÃa Emilio Pérez Touriño, entonces presidente socialista coaligado con el BNG.
RepetÃa que Touriño era “adicto al lujo†y convirtió en escándalo que se comprase como coche oficial un Audi blindado como el que ya usaba Fraga .
Socialistas y nacionalistas no olvidan aquella campaña.
“Entonces dejó claro cuál es su listón éticoâ€, le espetó esta misma semana en su investidura la lÃder del BNG, Ana Pontón, refiriéndose a aquella época.
Rueda también llegó a manifestarse entonces junto a Rosa DÃez, de UPyD, y algunos colectivos para reprochar a PSOE y BNG medidas de promoción del gallego que el PP habÃa apoyado con Fraga de presidente.
“Fue una cuestión estratégica en un momento determinadoâ€, señala Cota.
“Su posición sobre el gallego no es esa ahora y no lo era entoncesâ€. Aquellos mensajes calaron y Feijóo alcanzó la presidencia de la Xunta.
Como secretario general del PP gallego, Rueda se encargó de poner el partido al servicio de Feijóo.
El puesto le granjeó enemistades internas y cosechó algún ruidoso fracaso, como cuando intentó sin éxito descabalgar a la familia Baltar de la dirección del PP de Ourense.
En 2016, tras perder buena parte de su poder municipal, Feijóo destituyó a Rueda y colocó de número dos a Miguel Tellado, actual responsable de Organización de la cúpula nacional del PP.
Al ahora presidente de la Xunta le quitó galones y lo puso al frente del PP de Pontevedra para intentar reparar la caÃda electoral de los conservadores en esta provincia.
Alcaldes de la zona aseguran que cuando estalló la crisis en el PP nacional que ha puesto por sorpresa el timón de la Xunta en las manos de Rueda, él estaba volcado en los ayuntamientos pontevedreses para intentar lucirse en las municipales de 2023.
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca.
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SuscrÃbete Alfonso Rueda, el pasado martes en el Obradoiro rodeado de niños peregrinos tras su discurso de investidura, en una imagen difundida por él en Twitter.
En sus 13 años como consejero y vicepresidente de Presidencia y Justicia, Rueda se ha encargado de asuntos con poco relumbrón.
Su grado de conocimiento entre los gallegos es bajo, según las encuestas, y nunca ha sido cartel electoral.
Su tirón es, pues, una incógnita y los equipos de comunicación de la Xunta empiezan estos dÃas a colorear su imagen.
Casado con Marta Coloret Lamas y con dos hijas adolescentes, motero y deportista, el polÃtico ha difundido una foto abrazado a su progenitora por el DÃa de la Madre y, tras su discurso de investidura, se fotografió en el Obradoiro en actitud desenfadada con una muchedumbre de niños peregrinos.
“Rueda tiene ahora que proyectar su imagen, transmitir a la sociedad todo lo que hace.
Debe cultivar la proximidad para que su imagen de persona formada y capaz llegue a la ciudadanÃaâ€, le recomienda Palmou poniendo como ejemplo la evolución de Feijóo, que “ganó muchÃsimo en imagenâ€. Los allegados del nuevo barón gallego del PP aseguran que tras la frialdad de gestor se esconde una persona “agradable†y de trato cercano.
“Estoy convencido de que marcará un perfil propio . No puede ser una continuación de Feijóo, estarÃa acabadoâ€, opina Cota.
Su padre, mano derecha de Rajoy en los ochenta
Alfonso Rueda pertenece por parte de madre y padre a una estirpe ligada a la polÃtica y a la empresa.
Su padre, José Antonio Rueda Crespo, fallecido en 2012, fue en los años ochenta vicepresidente de la Diputación de Pontevedra cuando esta institución estaba presidida por un joven llamado Mariano Rajoy que aún no habÃa cumplido los 30 años.
El progenitor del nuevo presidente gallego, que no era militante de Alianza Popular sino de Coalición Galega, una formación de centro galleguista, vivió entonces en primera persona un cisma interno que acabó con el gobierno del conservador Xerardo Fernández Albor y que propició que dejara de ser la mano derecha de Rajoy.
En aquella ruptura del centroderecha gallego, Rueda padre se alineó en el bando contrario a Rajoy y Fraga y su carrera polÃtica en primera lÃnea se terminó.
Posteriormente, participó en la reunificación que promovió el fundador del PP y que apuntaló sus 16 años en la Xunta.
Alfonso Rueda es primo de la expresidenta del ICO Irene Garrido; del presidente de la asociación de promotores inmobiliarios de la provincia de Pontevedra Javier Garrido; y del exconsejero de Agricultura de la Xunta Fernando Garrido.
Su tÃo abuelo Ramón de Valenzuela fue un galleguista de renombre represaliado por los franquistas.
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